Aunque lo tenía en mi itinerario, lo encontramos sin querer. La verdad es que ni se ve ni parece un Starbucks, se mimetiza completamente con los alrededores y ya desde ahí se nota que en realidad si cuidaron mucho de respetar la estructura y el lineamiento que se tiene sobre esa calle.
Algo a destacar es que este Starbucks cierra a las 8pm diario lo cual es un shock para los que conocemos incluso varios que están abiertos las 24hrs.
Entrando esta la barra para pedir y te dan un número para recoger tu órden, ya con tu órden puedes subir a donde están los tatamis y mesas para sentarse a disfrutar de tu pedido.
Mientras esperas verás un pequeño jardín zen.
Para poder sentarte en el área de tatamis debes de quitare los zapatos. Hay 3 áreas de tatami y todas son muy pequeñas. A lo mucho caben 3 parejas. Como es el lugar más solicitado tal vez toque esperar.Yo cuando llegué esperé muy poco porque llegué casi al cierre y la gente ya se estaba llendo. También hay un cuarto con mesas para los que no quieran o no se les facilite estar en tatami.
Hay mucho detalle en la decoración ya que hay cuadros, libros, bases, todo para que se vea como una casa. Está bonito y transmite calma estar ahí 😀
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